Genealogía y sentido de una convocatoria de ayudas a la producción y difusión de la cultura
El Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, MUSAC, tiene por misión favorecer el conocimiento y acceso público al arte contemporáneo a la vez que asume un papel de estímulo a la creación artística en nuestra Comunidad, potenciando las diferentes manifestaciones artísticas y dedicándose esencialmente a la conservación, colección, documentación, difusión, exhibición y fomento del arte contemporáneo en Castilla y León. Para cumplir con dichos fines se han puesto a disposición de los usuarios varios servicios como la Biblioteca/Centro de Documentación, se ha constituido una colección de arte contemporáneo (Colección MUSAC), realizado una programación de exposiciones temporales así como de publicaciones científicas y llevado a cabo actividades educativas y programas públicos. A ello se suma un trabajo de comunicación, uso y aplicación de tecnologías y metodologías transformadoras en el campo de la cultura. De esta manera, se pretende dar cuenta del devenir de aspectos decisivos en la agenda del arte y de la sociedad actual. Y a ello hay que añadir que el museo ha implementado desde 2003 una serie de becas y una programación específica en el Laboratorio 987 que han actuado como dinamizadores de la producción artística y de nuevos profesionales en el mundo del arte.
Este trabajo colectivo ha permitido que un gran número de personas vinculadas al arte, la creación, la cultura y el pensamiento dentro y fuera de la comunidad de Castilla y León hayan podido desarrollar y mostrar sus trabajos promoviendo el intercambio de experiencias, ideas y visiones tanto entre artistas y profesionales del arte como entre todo tipo de personas interesadas en la cultura como herramienta de transformación.
El Laboratorio 987
El espacio del museo llamado Laboratorio 987 ha venido funcionando hasta ahora como lugar de exhibición y sala de proyectos, muchas veces de un modo transversal e independiente del resto de los espacios y las actividades del museo, acogiendo dentro de él exposiciones y proyectos -de carácter individual en su mayoría- inéditos o a menudo desconocidos en España, mediante un programa curatorial llevado a cabo por personas que trabajan de manera continua en el museo, así como por profesionales o comisarios externos.
En el Laboratorio 987 han ido poco a poco coincidiendo diversas voces que han puesto énfasis en el carácter colaborativo y los procesos colectivos, confeccionando en estos años unas propuestas fundamentales para percibir la cultura contemporánea. A través de exposiciones, proyectos y, en definitiva, experiencias, desde esta sala se ha fijado una parte muy importante de la memoria del museo y se han puesto en marcha numerosos aprendizajes que han ayudado a intercambiar imaginarios, a pensar y producir de forma conjunta y también a intuir desafíos.
Aprendizajes y experiencias previas
Asumiendo la continuación de la necesidad de dar soporte a nuevas generaciones de creadores y de seguir dinamizando e impulsando la producción cultural en el contexto de la comunidad de Castilla y León , y entendiendo también que estas funciones están íntimamente unidas a la idea de laboratorio o espacio de investigación, la convocatoria de ayudas a la producción y difusión de la creación contemporánea, Convocatoria Laboratorio 987, es el fruto de diversos aprendizajes y experiencias desarrolladas en MUSAC y entre las que cabe señalar:
- El proyecto
León: Cultura Ficción, llevado a cabo con la Ayuda para proyectos de colaboración artística del MUSAC concedida a José Luis Rodríguez Fernández en la convocatoria de 2011, propuso identificar a los agentes integrantes del tejido creativo y sociocultural de León con el fin de reunir y analizar información sobre sus actividades y necesidades para el desarrollo de las mismas, particularmente las relativas a espacio y conexión con el resto de agentes de la ciudad para la generación de dinámicas creativas participativas y sostenibles.
- Los artistas leoneses Chus Domínguez, Nilo Gallego y Silvia Zayas llevaron a cabo en 2013 el proyecto y el trabajo procesual y colaborativo titulado
Laboratorio 987 (homónimo del espacio en el cual trabajaban y se mostraba su investigación) que tenía un punto de partida y realizaba una investigación que se iba desarrollando a medida que se interactuaba con otros creadores y con las audiencias, rompiendo así con la clásica división entre géneros y entre los procesos productivos, comunicativos y expositivos.
- El curso anual de arte contemporáneo organizado por el Departamento de educación que desde el año 2014 se transformó en el Curso de Cultura Contemporánea que continua en la actualidad, su primera edición llevó por título
Políticas y estéticas de lo común. Confeccionado en cooperación entre personas de los departamentos de exposiciones y de educación del museo. Este curso, fruto de la permeabilidad, generosidad y apertura en ese tiempo, posibilitó acercarnos al pensamiento y a la práctica de distintas voces de la comunidad y cuyos debates han evidenciado que el conocimiento es una tarea colectiva que debe insertarse en la sociedad, además de señalar la necesidad de proteger y defender unos bienes comunes y promover su disponibilidad pública.
- Los proyectos comunitarios y educativos como
Rara troupe, el Grupo de debate sobre arte contemporáneo y el Grupo de diálogo sobre cine contemporáneo son ejemplos de proyectos y grupos que se co-responsabilizan y gestionan de forma autónoma espacios y recursos del museo que revierten en una actividad destinada a los propios miembros del grupo y abierta de muchas maneras al resto de personas interesadas.
- La exposición
Una pausa para reflexionar que dio cuenta de los trabajos producidos a través del programa de Becas de Creación Artística desde el año 2003 hasta el año 2011 y también proporcionó una necesaria lectura crítica sobre las convocatorias de ayudas a la producción y sobre su operatividad, rentabilidad, oportunidad y necesidad hoy en día.
- Las
Jornadas 987 sobre producción y mediación en cultura realizadas el 23 y 24 de octubre de 2015 en las que se debatieron públicamente cuestiones y temas relacionados con una convocatoria de producción ajustada a las necesidades actuales tanto de la comunidad artística y como de la sociedad.
Sentido de la convocatoria
Crear las condiciones para que ciertas preguntas significativas sean construidas, para que ciertos imaginarios, obras y situaciones sean producidos, para tener tiempo y para llevar a cabo una producción con el fin de reflexionar sobre la oportunidad de lo que hacemos o decimos es lo que ofrece la Convocatoria Laboratorio 987. Al margen de presiones mediáticas, de la productividad del mercado, de la urgencia por la visibilidad y de las tendencias, un conjunto de artistas, comisarios, ciudadanos y activistas con variados intereses y procedencias tienen la oportunidad de desarrollar un proyecto transformador acorde con la naturaleza de su trabajo y sus líneas de investigación y no deudor de los intereses institucionales y/o comerciales.
Ese es el sentido de un programa de ayudas a la producción como el que nos ocupa y que trata de poner las condiciones para desarrollar cuestiones relevantes para, así, cumplir con la misión de atender el presente y elaborar un cuerpo de proyectos, procesos, producciones u obras con las que tratar cuestiones oportunas hoy.
Los tiempos de la producción, investigación, ensayo, preparación y montaje, presentación pública, exposición y difusión se irán sucediendo de forma que el espacio del Laboratorio 987 pueda tener a lo largo del año una actividad continua y que pueda propiciarse la interacción con miembros de la comunidad artística, profesionales, públicos y sociedad en general. El acompañamiento del Grupo de mediación a los proyectos seleccionados intentará crear las condiciones no sólo para la correcta producción de los proyectos sino también para reflexionar sobre el alcance, la oportunidad y la pertinencia de la producción artística enraizada en el cuerpo social contemporáneo.
Las ayudas a la producción
Los proyectos de producción son líneas de investigación que interrogan con profundidad tanto la propia actividad y trayectoria de sus creadores como su inserción y sentido en la esfera pública y su entramado social. En la selección de los proyectos debe primar, más allá de la calidad de sus propuestas, su capacidad para abrir cuestiones interesantes en relación con el momento actual que viven las artes y la sociedad y reforzar el contexto cultural del territorio al que se dirige. No importa tanto lo que artistas y creadores hayan realizado anteriormente como lo que sus propuestas auguran y dejan vislumbrar. No son tan interesantes sus seguridades, aunque también, cuanto las cuestiones abiertas y las preocupaciones de las que se desconoce aún el resultado. En un programa de ayudas a la producción no se trata primordialmente de encontrar respuestas porque éstas no suelen ser ni lo más estimulante ni lo más interesante. Se trata más bien de encontrar las preguntas que son oportunas y decisivas en este momento y que en cierta manera acabarán por guiar el futuro.
La convocatoria reivindica la importancia del ensayo en una doble acepción: como investigación y como estudio de caso con carácter ejemplar. Más allá de la calidad de algunas de las producciones y de las respuestas que cada persona haya más o menos provisionalmente elaborado, lo que resulta francamente interesante son las preguntas y las cuestiones que han guiado su investigación y su línea de producción. No es tan decisivo lo que hayan podido hacer en el proyecto, como la significación, el alcance y la dimensión de aquello que señalan o indican en sus trabajos.
El desafío es conectar la Convocatoria Laboratorio 987 y los proyectos seleccionados para ser producidos y/o presentados con los retos actuales de la sociedad desde un ángulo transformador, permitiendo adoptar una dosis de riesgo, en especial en la detección de agentes artísticos, culturales y/o sociales implicados en la construcción y constitución de una comunidad, escena o colectividad. También implica elaborar esta Convocatoria de forma abierta para, en la medida de lo posible, no condicionar institucionalmente los proyectos de los y las artistas, grupos y colectivos; y descubrir y acordar, caso a caso, los soportes de acompañamiento necesarios que cada proyecto pudiese necesitar en el plano conceptual, jurídico o administrativo (licencias, distribución, etcétera).
Des-normativizar esta detección no implica en modo alguno ceder rigor. Sin duda, a medio plazo, contribuirá a la construcción de una comunidad más diversa y vinculada entre sí antes que a la búsqueda de un público más tradicional y que, en todo caso, tendrá más dificultades para conectar con un planteamiento experimental si no dispone de suficientes canales como para sentirse partícipe del mismo o no se reconoce de partida como artista. Se trata de interpelar a una comunidad en transformación en lugar de una comunidad artística de origen. Estas decisiones facilitarían la conexión de unos proyectos con otros y permitirían que la institución amplíe su sentido de plataforma de investigación e insertar el carácter innovador en su propia constitución.